HALLOBLOGWEEN 2017: Lo que no se ve

Convocatoria de Teresa Cameselle llamada Halloblogween. Esta vez ella quiere que no se lo cuentes, sino que se lo demuestres. Esa es la idea. Y sobre todo, no enseñar al monstruo o lo que fuere.


Había tenido la súbita y repulsiva sensación de que algo se cernía sobre mí en medio de la oscuridad. Lo que yo sentía en aquel momento era una pesadilla desgarradora. Mi mente se bloqueo por segundos, perdí la noción del tiempo, y me sentí transparente.

No podia moverme, ni tocar mi cuerpo, arañar mi cara para volver a la realidad. Todo fue inútil.

Lo único que sacudió cada ápice de mi ser fue un torrente de energía gélida que rodeo mi cuello, para después entrar por mi nariz, mi garganta. La excitación y el pánico se entremezclaban al sentir una dolorosa combustión en mis entrañas. El frío me caló hasta los huesos. Mi cuerpo enseguida notó un cambio en la escalofriante atmósfera de mi letargo.

¡Yo grité, grité! ¡Ahí estaba! ¡Ahí junto a mi! Pero nadie me oía. En medio de una atroz agonía me retorcí como una víbora. Mi voluntad estaba a punto de abandonarme y esa fuerza maligna se daba perfecta cuenta de ello. Vi mi ropa abandonar mi cuerpo, mi cabellera flotar, y ... hechizada, le monté de un salto y partí al galope a través de aquel cielo oscurecido que servía como telón en el epílogo de aquella noche lúgubre.

Fue imposible que me salvara, que volviera a la realidad. Me fue imposible.


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